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El lunes 9 de diciembre, nuestra parroquia se llenará de la esperanza y alegría propias de este tiempo al instalar el tradicional pesebre en su interior.

Este sencillo y poderoso signo de amor, nos recuerda el verdadero sentido de la Navidad: Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo para traernos la salvación y el verdadero amor.

Colocar el pesebre en nuestros hogares es una hermosa tradición que trasciende generaciones. Este acto, además de embellecer nuestro espacio, nos invita a reflexionar sobre el misterio de la Encarnación.

Los padres tienen la oportunidad de transmitir a sus hijos la importancia de este hecho, sembrando en sus corazones el significado profundo del nacimiento de Jesús.

Te invitamos a bendecir tu pesebre familiar en las Misas del sábado 14 y domingo  15 de diciembre, como un gesto de fe y amor hacia el Niño Dios y recemos después alrededor de él en nuestro hogar.

¡Preparemos el corazón y el hogar, para vivir una verdadera Navidad!