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A lo largo de este tiempo, tanto el Oficio Divino como la Misa, manifiestan un espíritu penitencial de espera y preparación a la fiesta de la Natividad de Nuestro Señor, así como también para la segunda venida de Cristo.

Esto se enfatiza en la tercera semana, pero desde la óptica de la alegría y el regocijo por la Redención Prometida. Por ello, en este «Domingo de Gaudete», como expresión de “alegría” se agregan algunos signos.

Veremos un poco más de flores, más música y las vestiduras utilizadas son de color rosado. Así como también la vela de la Corona de Adviento que se enciende en este domingo.

Nos hallamos a medio camino, lo que significa nuestra cercanía con la venida del Salvador. ¡Estemos alegres!

Fuente: InfoVaticana

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