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Se celebró en Roma, del 20 al 26 de junio, y el tema elegido por el Papa Francisco para este año fue: “El amor familiar: vocación y camino de santidad”.

Fue una semana en la que se realizaron diversas actividades, celebraciones y charlas para aprender y valorar con mayor énfasis lo invaluable de familias y su aporte en el mundo y en la transmisión de la fe.

Puedes revivir el Encuentro desde el canal oficial de YouTube, PINCHANDO AQUÍ

El papa Francisco invitó a los asistentes "a retomar con decisión el camino del amor familiar, compartiendo con todos los miembros la alegría de esta llamada... La familia es lugar de encuentro, de compartir, de salir de uno mismo para acoger al otro y estar cerca de él. Es el primer lugar donde se aprende a amar".

Concluyó diciendo: "Tras este encuentro hay confianza y entusiasmo renovado en nuestros corazones. Las familias, con su específica vocación a la santidad, son verdaderamente el rostro más bello de la Iglesia y pueden contribuir de manera singular a evangelizar el mundo con su capacidad de dar testimonio de amor, de fortaleza en las dificultades y de perseverancia en el abandono confiado en Dios".

Al terminar la Santa Misa, se entregó una estampita con el "Envío Misionero", que compartimos con ustedes para leerlo en casa:

"Estimadas familias:

Les invito a continuar su camino
escuchando al Padre que les llama:

¡Sean misioneros en los caminos del mundo!
No caminen solos.

Ustedes, jóvenes familias, déjense guiar por los que conocen el camino,
ustedes que van delante, sean compañeros de viaje para los demás.

Ustedes que están perdidos por las dificultades,
no se dejen vencer por la tristeza,
confíen en el Amor que Dios ha puesto en ustedes,
imploren al Espíritu cada día para que lo reavive.

¡Anuncien con alegría la belleza de ser una familia!

Anuncien a los niños y jóvenes la gracia del matrimonio
cristiano. Den esperanza a los que no la tienen.

Actúen como si todo dependiera de ustedes,
sabiendo que todo debe ser confiado a Dios.

Sean los que "cosen" el tejido de la sociedad y de una Iglesia
sinodal, creando relaciones, multiplicando el amor y la vida.

Sean un signo de Cristo vivo,
no tengan miedo de lo que el Señor les pide,
ni ser generoso con Él.

Ábranse a Cristo, escúchenlo en el silencio de la oración.

Acompañen a los más frágiles

Háganse cargo de los que están solos, refugiados, abandonados.

¡Sean la semilla de un mundo más fraternal!

¡Sean familias de gran corazón!

¡Sean el rostro acogedor de la Iglesia!

Y, por favor, recen, ¡recen siempre!

Que María, nuestra Madre, les socorra cuando no haya más vino,
sea su compañera en el tiempo de silencio y de prueba,
les ayude a caminar junto a su Hijo resucitado. Amén." 

Fuentes: YouTube Diocesi di Roma / Vatican News / Romefamily2022.com