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Nos encontramos viviendo el “Año de la Oración”, en el cual los católicos estamos llamados a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de conexión con el Señor.

Inaugurado el domingo 21 de enero por el Papa Francisco, este tiempo nos ayudará a prepararnos para el Jubileo del 2025, que lleva por lema “Peregrinos de la Esperanza”.

“La oración nos ayuda a amar a los otros, no obstante sus errores y sus pecados. La persona siempre es más importante que sus acciones, y Jesús no ha juzgado al mundo, sino que lo ha salvado”, ha dicho el Sumo Pontífice, señalando que en el caminar hacia el próximo Jubileo, la oración va iluminando el peregrinar para encontrarnos con el prójimo.

En camino al próximo Jubileo

Los jubileos son una fiesta espiritual, que se celebra durante un año, en el cual se conceden indulgencias a los fieles que cumplen con ciertas disposiciones eclesiales establecidas por el Vaticano.

El primer año jubilar fue convocado en 1300 por el Papa Bonifacio VIII. Luego, se estableció que los siguientes jubileos se conmemoraran cada 25 años, con el objetivo de que cada generación experimente al menos uno en su vida. Estos corresponden a los jubileos ordinarios. Pero también el Papa puede convocar a un jubileo extraordinario por un evento de especial importancia, como lo fue el de la Misericordia, en 2015.

Es así como el pasado 9 de mayo, en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco convocó oficialmente el Jubileo Ordinario de la Esperanza 2025, con la lectura pública de la Bula de Convocación bajo el título Spes non confundit, “La esperanza no defrauda”.

Este importante documento da a conocer el espíritu, las intenciones y los frutos esperados de este gran evento de la Iglesia Católica.

El Jubileo del 2025 comenzará el 24 de diciembre, cuando el Papa Francisco abra la “Puerta Santa” de la Basílica de San Pedro.

Por ello, en estos siete meses previos tenemos la oportunidad para alimentar la fe y renovar nuestro compromiso con el Señor, mediante la oración diaria.